Esta receta me tiene tan emocionada que llevo todo el día esperando llegar a casa para comerme otro quequito. Les cuento que el “red velvet” es mi sabor favorito para queques, galletas, cupcakes, helado y básicamente cualquier cosa. Jamás iba a permitir que el ser vegana o intolerante al gluten me impida comer esto; entonces estoy haciendo experimentos para seguir disfrutando. Esta receta es súper sencilla y rápida. Me encanta porque me permite preparar mis quequitos de la semana o solo tener una cantidad chiquita para una tarde de snacks.
De ingredientes necesitamos:
- 1 taza de dátiles (sin semillas y en trozos).
- 250 gramos de betabel o remolacha (pelada y en trozos).
- 1 taza de harina de avena.
- 1 taza de agua.
- 1 cucharada de polvo de hornear.
- 2 cucharaditas de cacao en polvo (amargo o sin azúcar).
- 1 cucharada de vainilla.
- ½ cucharadita de nuez moscada.
¡Vean que sencillo!
- En una licuadora vamos a poner la remolacha, dátiles, vainilla y la taza de agua. Vamos a mezclar todo súper bien hasta tener una mezcla homogénea.
- Luego agregamos el resto de ingredientes (la harina de avena, polvo de hornear, cacao y nuez moscada) hasta tener una mezcla homogénea.
- Lo ponemos un molde para cupcakes y horneamos por 25 minutos a una temperatura de 350F.
- Es súper importante esperen a que se enfríen antes de sacarlos del molde por completo o incluso comerlos. Esto afecta muchísimo la consistencia de nuestros quequitos.
La remolacha es una excelente fuente de ácido fólico, así como de vitamina C y potasio. 100 g de remolacha cubren la tercera parte de las necesidades diarias de ácido fólico de un adulto. También está cargada de vitaminas B1, B2, B3 y B6, y los minerales hierro y yodo.
Cuando están completamente fríos pueden comerlos. Como algo extra pueden ponerle encima un poco de mantequilla de almendra o nuestro caramelo.


¡Espero les gusten tanto como a mí!
Pao